El ministro de Gobierno, Roberto Ríos, brindó una conferencia de prensa en la que denunció un alarmante nivel de violencia en el país, producto de las movilizaciones impulsadas por sectores que, según sus declaraciones, buscan forzar la renuncia del presidente Luis Arce y habilitar inconstitucionalmente a Evo Morales como candidato.

“Tenemos más de 26 policías heridos cumpliendo su deber constitucional. Han sido atacados con dinamita y otros explosivos mientras resguardaban el orden democrático y la seguridad de la población”, informó Ríos, quien además denunció que ambulancias y paramédicos han sido agredidos en distintos puntos del país.

Según el ministro, estos hechos configuran delitos graves de orden público, como terrorismo, atentados contra los servicios públicos y contra la vida de personas vulnerables. “Se han impedido ambulancias, se ha bloqueado el paso de cisternas, se han generado amenazas contra autoridades. Esto no es protesta, es sabotaje”, advirtió.

Ríos también reveló que, gracias a la intervención policial, este martes ingresaron 31 cisternas con combustible desde Perú, de un total de 167 programadas. “Esto fue posible por operativos coordinados y diálogos puntuales en puntos de bloqueo como en Laja, donde se hizo entender a los movilizados que impedir el paso del combustible es ir contra la misma población que dicen defender”, señaló.

Sobre las amenazas y declaraciones recientes, el ministro fue enfático: “Evo Morales no está por encima de la ley. No le interesa si mueren 10 o 20 policías. Sólo le interesa él. Nosotros no vamos a arriesgar la vida de nadie por su ambición personal.”

Además, Ríos aseguró que existe una orden de aprehensión vigente contra Morales, y que se ejecutará “cuando se den las condiciones para no poner en riesgo la vida de más bolivianos”.

El Gobierno reafirmó su compromiso con garantizar la realización de las elecciones generales del 17 de agosto, y alertó que no permitirá que un solo hombre ponga en jaque la democracia y la paz del país.