"Ya sabemos cómo iba a desarrollarse la noche: activistas me amenazan con un linchamiento público. Promete parecerse más a un simposio que a una fiesta del cine francés para recompensar a sus mayores talentos", aseguró el director en un comunicado que replica la agencia EFE.

La voces disidentes comenzaron a escucharse cuando se supo que la última obra de Polanski competiría por varias estatuillas, entre ellas al mejor filme y mejor director.