Los allanamientos fueron requeridos por la fiscal Mariela Viceconte, del Fuero Penal de Responsabilidad Juvenil, y realizados en domicilios ubicados sobre calle 120 entre 9 de Julio y 25 de Mayo, en 9 de Julio al 5900 y calle 108 al 3500. En las tareas se contó con la colaboración de personal de la comisaría Primera, policía Local, Comando de Patrullas, Comando de Prevención Rural, GAD, Sub DDI y agentes de las subdependencias de Hinojo, Sierras Bayas, Sierra Chica. Todo con la dirección en el lugar del Jefe Distrital, el comisario inspector Carlos Roldán.

Fueron numerosos los elementos incautados, entre los que sobresalen teléfonos celulares, prendas de vestir, una réplica de arma de fuego y varios cascos de moto. No obstante, lo exitoso de los procedimientos también estuvo dado por el hallazgo y secuestro de dos ciclomotores robados. Se trató, por un lado, de una Zanella de 110 cc y una Gilera Smash de idéntica cilindrada. Ambos rodados habían sido sustraídos en los últimos días, tal cual fue establecido luego de corroborar las numeraciones con el sistema informático policial.

Todo lo actuado fue puesto a disposición de la fiscal azuleña. Los ciclomotores serán devueltos próximamente a sus propietarios, todo mientras avanzan las pesquisas para determinar qué vinculación tuvieron con sendos hurtos los responsables de los domicilios donde fueron hallados.

Los casos

Los tres allanamientos se vieron enmarcados en la investigación por dos asaltos recientes, que ocurrieron con pocos días de diferencia.

El primero de los casos se registró en el cierre de la tarde del último sábado en una vivienda ubicada sobre José Luis Torres al 5100, en el barrio Acupo. La víctima fue sorprendida por dos delincuentes, quienes con el rostro cubierto habrían irrumpido por el acceso principal y la redujeron. Mediante diversas amenazas lograron apoderarse, entre otras cosas, de una suma de dinero cercana a los 30 mil pesos y un teléfono celular. Los delincuentes escaparon corriendo, según denunció luego la víctima.

El caso restante se dio tan sólo 5 días después, pero en el barrio Uocra. El episodio tuvo la particularidad de que los asaltantes tocaron el timbre. Los propietarios jamás sospecharon lo que sucedería tras atender a ese llamado. Fueron obligados a permanecer en el interior del domicilio y agredidos por los delincuentes, quienes también lograron apoderarse de alrededor de 2 mil pesos, teléfonos celulares y otra serie de pertenencias. El episodio también fue denunciado en la comisaría Segunda.

Ambos episodios cuentan con la instrucción del Fuero Penal de Responsabilidad Juvenil y se encuentran caratulados como "robo calificado" y "robo calificado y lesiones" respectivamente.