Acerca del cuento introspectivo
Con un estilo que lo hace único, Kenneth Bernard sorprende con una colección de relatos publicados por primera vez en español. "Unas pocas palabras, un pequeño refugio", Fiordo Editorial.
@rodrigofernand
En los albores del mundo, los hombres se sentaban alrededor del fuego a escuchar las historias que cada uno tenía para contar. Era en esos momentos donde todos se sentían uno y, subyugados por la palabra oral, comprendían el significado de todas las cosas. El hombre veía que su mundo cambiaba y necesitaba que un relato le explicara qué era lo que pasaba a su alrededor. El relato oral volviéndose introspección y búsqueda, respuesta a las preguntas fundamentales.
"Unas pocas palabras, un pequeño refugio" es una selección de cuentos del norteamericano Kenneth Bernard que viene a renovar el género del cuento. Porque lo de Bernard no es el cuento puro y sencillo, sino más bien la deconstrucción del mismo. No respeta las reglas del inicio, desarrollo y desenlace, pero a cambio nos ofrece una nueva óptica. Una manera que tiene que ver más con sus propios pensamientos para luego conectarlos con la palabra escrita. Epifanías, obsesiones y miedos que se vuelven un relato. Y vuelvo a hablar de deconstrucción, de desarmar el relato hasta volverlo una materia maleable por todas las experiencias, tanto del lector como del autor. Por momentos extraño, irónico, lleno de miedos, obsesionado por el tiempo que pasa, el no retorno y la muerte, pero dueño de una voz única en la literatura. Una voz que lo acerca a lo experimental, pero sin olvidarse de los más importante: el contenido.
"Caminar", donde describe la forma dispar de una pareja al salir a caminar; "Mi nueva biblioteca", acerca de un hombre que debe mudar su biblioteca y ello lo lleva a pensar en el cambio; "La guerra de los notapieístas y los notafinalsitas", en el que divide al mundo en dos tipos de personas; "Ojos, orejas y narices", los sentidos en la vida; "Fláneur", donde describe la amistad que lo unía a un hombre; y el relato que le da nombre al libro, son algunos de los cuentos más destacados.
Desde mi punto de vista, el más fuerte de los relatos de Bernard está en ese dejarse llevar que tienen sus textos. Un detalle, un pensamiento que surge en medio de otra cosa, una aclaración, una duda, el miedo o el recuerdo disparan las palabras que se van conjugando para ofrecer una respuesta. Es evidente que el autor norteamericano no tiene todas las respuestas, pero a sus 86 años es un hombre que ha vivido y eso se nota. Kenneth Bernard es un escritor para ir descubriendo de a poco y la publicación de sus cuentos en español seguramente será un antes y un después en la vida de cualquier lector. Leer a Bernard es como subirse a un auto y dejarse llevar sin tener una ruta pensada de antemano. Pero llevando todo lo necesario para el viaje.