La albahaca, comúnmente referida como la reina de las hierbas, es altamente anti-inflamatoria gracias a sus componentes como aceites, cítricos y compuestos naturales. Estos aceites y componentes también tienen propiedades anti-bacterianas que previenen infecciones y el desarrollo de otras enfermedades asociadas con las bacterias. Estudios recientes han demostrado que la albahaca previene el daño de oxidación del hígado a largo plazo.

Combate la depresión, el agotamiento, el insomnio y la jaqueca. Es digestiva, antiespasmódica, contra la inapetencia, dispepsias nerviosas, es carminativa, puede aumentar la secreción de leche en las madres. Es diurética y disminuye estados febriles. Además, es antitusiva y muy propicia contra la faringitis y laringitis.

Se puede añadir unas cuantas hojitas de albahaca a una sopa de tomate, a cualquier té o a cualquier alimento que se desee. De hecho, se la aplica en infusiones, cocimientos, cataplasmas, pomadas, tinturas, bálsamos, lociones, compresas, jarabes, jabones, cremas, fresca y seca, en polvo.

Es muy apreciada en el arte culinario, entre otras preparaciones, el pesto se realiza con ajo picado, albahaca picada y aceit.e de oliva. Se la emplea en potpurríes, en perfumería para preparar lociones, jabones y productos de cosmética, también frecuentemente en licorería. En ensaladas aporta un exquisito aroma.