La Unión Obrera Metalúrgica (UOM), le mete presión a la conducción de la CGT. A través de un duro comunicado titulado «LA CGT DEBE ACTUAR», el sindicato que lidera Abel Furlán que la central obrera defina un plan de lucha nacional ante el ajuste, la represión y la proscripción política.

La entidad sindical advierte que «el pueblo trabajador atraviesa una emergencia social: caída del salario real, desempleo y cierre de industrias, mientras el gobierno de Javier Milei aplica un plan de ajuste, endeudamiento y privatizaciones al servicio del poder económico y financiero».

Denuncian también la delegación de «superpoderes a las fuerzas de seguridad para vigilar y reprimir sin control judicial, criminalizando la protesta».

En este contexto, señalan que «avanza la condena arbitraria contra Cristina Fernández de Kirchner«, calificándola como «el capítulo más grave del lawfare para proscribir al liderazgo popular e intimidar a quienes luchan».

El gremio había solicitado previamente la reapertura urgente de las paritarias debido a la inflación acumulada, especialmente tras el 3,7% registrado en marzo. El aumento acordado en marzo (3,2% en tres cuotas) resultó insuficiente frente al 8% de inflación del trimestre marzo-abril, lo que motivó esta nueva negociación para recomponer parcialmente los salarios.