Luego del primer encuentro con el Gobierno, ATE lo califica como un "fracaso" y mantiene la medida de fuerza.
Dirigentes sindicales denuncian que solo asistieron funcionarios de bajo rango sin capacidad para tomar decisiones y anuncian que comenzarán una huelga a las 21 de este miércoles
“Fracaso estrepitoso” y “fraude” fueron algunas de las expresiones utilizadas por los referentes de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), según declaró el gremio a Infobae luego de la audiencia mantenida en la Secretaría de Trabajo con “funcionarios de bajo rango” del Hospital Garrahan. Por tal motivo, anunciaron que iniciarán un paro “muy grande” desde las 21 del miércoles hasta las 7 del viernes. También informaron que el jueves se movilizarán al Ministerio de Salud y a Plaza de Mayo. Alejandro Lipcovich, secretario general de la Junta Interna de ATE en el Garrahan, remarcó que “no es que no se llegó a un acuerdo, sino que directamente no hubo ninguna propuesta”, por lo que calificó la reunión como “un fraude”.
“El conflicto va a escalar, porque se trata de una disputa de fondo entre mantener el hospital o avanzar en su desmantelamiento, que parece ser la postura del Gobierno. Pero los trabajadores están cada vez más dispuestos a luchar”, expresó el dirigente sindical. La reunión, que estaba prevista para mañana pero se adelantó 24 horas, ocurrió tras el anuncio del Gobierno de un bono para los médicos residentes, que llevaría sus sueldos de $800.000 a $1.300.000. Esta oferta fue rechazada el martes por la asamblea de médicos residentes autoconvocados. La audiencia se dio en el marco de la Conciliación Obligatoria dictada por la Secretaría de Trabajo para intentar resolver el conflicto salarial. También asistieron miembros de la Asociación de Profesionales y Técnicos del Hospital Garrahan.
El secretario general de ATE, Rodolfo Aguiar, fue tajante en redes sociales: “Solo fuimos los representantes gremiales y cuatro empleados del Garrahan; ningún funcionario del Gobierno. Deberían haber estado presentes el Ministerio de Salud, de Economía y la Jefatura de Gabinete”. Y añadió: “Está claro que no tienen ningún interés en resolver el conflicto. Pretenden que el hospital funcione, pero para eso deben garantizar condiciones salariales y laborales adecuadas. Esta audiencia carece de legitimidad porque el Estado empleador no estuvo presente. Están violando la conciliación obligatoria”.
Aguiar también exigió “el cese de amenazas de despido y aumento de sueldos”, y advirtió que podrían convocar a “un paro nacional en el sector salud”.
“Llevaremos el conflicto a hospitales de todo el país. ¡Basta de jugar con pacientes y trabajadores!”, cerró en su publicación. Luego, en una entrevista con LN+, Aguiar detalló que ATE reclama un salario mínimo de 1.800.000 pesos.
La convocatoria a los dos gremios surgió tras un reclamo de ATE, que señaló una irregularidad en la Conciliación Obligatoria: Trabajo no había fijado fecha ni hora para la primera mesa de negociación, algo requerido por ley.
Finalmente, el encuentro tuvo lugar pocas horas antes del inicio de la huelga previsto para las 21 del miércoles. Aunque las asambleas son lideradas principalmente por médicos residentes, representantes de ATE y profesionales y técnicos del hospital, en el Garrahan trabajan unas 4.300 personas, muchas de las cuales participan en las asambleas sin pertenecer a un gremio específico. Esto incluye a trabajadores de mantenimiento, camilleros, seguridad, lavandería, administrativos, choferes y docentes, todos involucrados en el reclamo salarial y representados por distintos sectores.
Los médicos residentes autoconvocados también participarán en la protesta. A pesar de la propuesta del bono del Gobierno, advirtieron que este tipo de pago extraordinario no los beneficia.
“El reclamo es por una recomposición salarial con actualizaciones periódicas en función de la inflación. Llevamos más de un año en este conflicto. Hemos agotado todas las vías formales y nos comunicamos por los canales adecuados”, explicaron en un comunicado difundido el martes.
Y concluyeron: “El trabajo y la formación deben ser reconocidos para garantizar su continuidad. Esta situación debe tratarse con la seriedad que merece. Exigimos un salario digno y mantenemos nuestra disposición al diálogo”.