A 70 años de la oficialización del Colegio Nacional, esa historia es contada por Hugo Cura, ex alumno y promoción 1969. Quedará plasmada en un libro que intercalará el relato del nacimiento de la institución con testimonios, fotografías y anécdotas.

Lo cierto es que la escuela empezó a funcionar en 1940 bajo el nombre de Instituto Mariano Moreno y se oficializó como Colegio Nacional de Olavarría seis años después. Recién en 1951 se lo llamó Colegio Nacional Coronel Olavarría, nombre que mantuvo hasta 1994 -cuando pasó de Nación a Provincia-, pero que sigue tan presente con en aquel entonces.

Fueron 14 los alumnos que empezaron a darle vida a este colegio y la primera promoción se integró por 10 bachilleres. Hoy asisten 650 chicos que se dividen en tres orientaciones y 27 divisiones.

Héctor Nicolás Amoroso fue quien encabezó la iniciativa de darle a Olavarría otro establecimiento de educación secundaria. Murió a los 34 años, fue maestro rural, escribió cuatro libros y "tocaba timbre por las casas para ver quiénes no estaban yendo a la escuela", cuenta Hugo Cura en una extensa e interesante charla con EL POPULAR.

"Fue como el Sarmiento de Olavarría", define Hugo, mientras enumera: "Fundó dos colegios en Olavarría y contribuyó a la fundación del Colegio Nacional de Laprida. Conocí hace poco al nieto, que me dio unas 200 fotos de su abuelo y me está trayendo en estos días documentación histórica donde hay, entre otras cosas, discursos que Amoroso daba en la escuela escritos por él de puño y letra".

Con él trabajaron incansablemente José Américo Mele, Mario Alberto Ruiz, María Luisa Lhouerrou y Olga Nelly Lhouerrou de Márquez. Entre los cinco crearon lo que tiempo después se convertiría en el Colegio Nacional Coronel Olavarría, trabajaron ad honórem, y dedicaron tiempo y pasión en esta tarea de ofrecer educación a más chicos de la ciudad.

La semilla del actual colegio

El acceso a la educación era sumamente restringida en 1940. En aquellos tiempos, nuestra ciudad tenía una sola institución educativa secundaria, la Escuela Normal. De las 40 vacantes para ingresar a primer año, 35 bancos ya estaban reservados para los parientes de los profesores y de los alumnos que ya estaban cursando y sólo 5 eran puestos a disposición de los 200 ó 300 chicos que salían del nivel primario, quienes debían rendir un examen para poder empezar a estudiar.

El resto, sobre todo aquellos que tenían medios económicos para hacerlo, se inscribía en el Colegio Nacional de Azul con la intención de obtener un título de bachiller que les diera la llave para el ingreso a la Universidad. "Salían temprano, a las 6.30 de la mañana en un tren especial que había puesto Ferrocarril Sud, llegaban a Azul y salían corriendo para el Colegio Nacional". Lo más acomodados, incluso, se mudaban a Buenos Aires para cumplir con este propósito.

Fue así como aquel año, 1940, floreció la idea de crear otro colegio. Primero se lo llamó Instituto Mariano Moreno y funcionó en la calle Alsina entre San Martín y Belgrano, al lado de donde era el Correo. En aquella casa, los cinco maestros consiguieron prestada una habitación con un pizarrón y cuatro bancos, pero no lograron conseguir que otra escuela los apadrinara, algo obligatorio en aquellos años ya que eso permitía controlar exámenes y cuestiones académicas.

Al año siguiente, el Ministerio de Educación autorizó que el instituto dependiera del Colegio Nacional de Azul, por lo que cambió su nombre a Instituto Coronel Olavarría. Bajo ese título, el establecimiento se mudó a una vieja casona de Rivadavia 36, entre Vélez Sarsfield y Del Valle. Amoroso era el director, María Luisa la secretaria y los profesores eran Olga, Mario, José Américo y Vicente Vitale Erra, que actualmente tiene 96 años y una lucidez tal que permite que Hugo escuche de primera mano la historia de aquellos años.

En esa casona, los profesores y director hicieron una cancha de básquetbol, baños y un laboratorio, a pesar de que no cobraban sueldos, recibían la décima parte del salario de un maestro en la Normal y cobraban una pequeña cuota mensual a sus estudiantes. Los fondos, en su mayoría, provenían de las horas como maestro que cada uno de ellos tenía en contraturno. Ruiz, por ejemplo, "se iba en bicicleta hasta Colonia Hinojo y Amoroso trabajaba también en la Escuela 32", cuenta Hugo Cura con la intención de exponer el esfuerzo y dedicación que esta gente le ponía al proyecto que soñaron y concretaron desde 1940.

En su casa, Hugo tiene algunos de aquellos recibos de pago como el alquiler de la casa, un préstamo bancario y la garantía del tío de Amoroso o de Don Pedro Ruiz (padre de Mario Alberto).

La independencia

"Tanto hicieron los trámites en el Ministerio de Educación que siendo presidente Farrel, y gracias a la intervención de los fundadores, profesores más Don Alfredo Fortabat que tenía contacto directo con ministros de la Nación, el 10 de abril de 1946 se lo reconoce como colegio independiente, ya no dependía de Azul, sino que iba a ser Colegio Nacional de Olavarría", sintetiza Hugo.

Aquel año, el Gobierno compra todos los bienes de la vieja casona de la calle Rivadavia y muda al Colegio Nacional junto con el anexo Comercial (creado en 1943) al edificio de la Escuela Normal, creada en 1910.

Normal, Nacional y Comercial no sólo compartieron las instalaciones. En tercer año se producía el cruce de alumnos. Los que querían ser bachilleres pasaban de Normal a Nacional y los que querían ser maestros lo hacían a la inversa.

Así, Normal funcionaba en horario de la mañana y Nacional y Comercial (NyCO) en el turno tarde. Y 1946 se transformó en el año en que egresaron los primeros diez bachilleres del llamado Colegio Nacional Olavarría. Ese año, además, María Luisa Lhouerrou se convierte en la primera rectora de la institución hasta que en 1948 llega un nuevo rector, Fernando Valle, puesto por el Ministerio de Educación. Vino desde Buenos Aires y los alumnos de la escuela hicieron una huelga, ya que para ellos María Luisa se había convertido en la segunda madre.

Fue bajo la rectoría de Oscar Peña (1950-1954) que el secundario adquiere el nombre de Colegio Nacional Coronel Olavarría por decreto del Poder Ejecutivo, ahora en manos de Hugo Cura.

Mientras el colegio funcionó en la sede de la Escuela Normal, pasaron varios rectores más: Horacio Rafael (1954-1955), Angelina Bianchi Luque (1955-1956). Mario Alberto Ruiz (1956-1957), Adolfo Solari (1957-1960), José Esteban Lazzarini (1960-1963), Stella Hilda Fittipaldi de Cella (1963-1964) y Ofelia Vignau de Ronco (1964-1983), que permaneció durante varios años y fue testigo de la mudanza a la sede propia.

Sede propia

La sede propia, donde funciona en la actualidad se inauguró en 1974. Se tardó ocho años en construir el tradicional edificio. El Ministerio de Educación se había comprometido a hacer la estructura y el Municipio, de la mano de Enrique Mario Alfieri (bachiller del Colegio Nacional en 1948), se haría cargo de amueblarlo.

El recuerdo de Hugo de aquellos pasos está tan presente como si aquellos días fueron hoy. "Era diciembre de 1968 y nos llevaron a un acto donde iban a poner la piedra fundamental del Colegio Nacional. Yo tenía 16 años, no entendía mucho. Yo estaba cerca de Olga (una de las fundadoras del colegio y en ese entonces profesora) y de Ruiz (también fundador). Los vi llorar a los dos. Ahora, viendo esta historia, con el sacrificio que hicieron para fundar el colegio, estaban poniendo la piedra fundamental".

El parque que rodea al edificio -llamado desde este año Parque de los Fundadores- "estaba repleto de árboles. El terreno había sido comprado para la escuela de Artes y Oficios (actual Escuela Técnica) que funcionaba en la calle Humberto Primo (Coronel Suárez)", cuenta Hugo. Pero años después, Fortabat donó al Estado la Escuela Técnica nueva con todos los chiches, entonces ese terreno quedó y ahí se decidió instalar al Colegio Nacional y Comercial.

La inauguración formal se dio en 1974 de la mano de otro intendente bachiller del Colegio Nacional, Raúl Omar Pastor.

Como rectoras pasaron por ese edificio Perla Zulema Fassina (1983-1990), Dora Rossetti de Affonso (1991-1993) y como directoras, ya bajo la Escuela Media dependiente del Ministerio de Educación provincial, Ana María Alonso (1993-2004), María Herminia Gouzene (2004-2012) y María Alejandra Longo (2012 hasta la actualidad).

Hoy, la Escuela Secundaria N° 6 (actual nombre) cuenta con 27 divisiones de 1° a 6° año. Cursan unos 650 alumnos en tres orientaciones: Comunicación, Lenguas Extranjeras y Ciencias Naturales. El plantel, entre personal docente y no docente, es de 200 adultos.

El ex Colegio Nacional articula con las escuelas primarias N° 1, N° 4 y N° 50. Tiene 30 aulas en uso, un laboratorio, una biblioteca y una sala de usos múltiples, a la que le llaman "La Casita".

Los pitucos

No se sabe cuándo nació el apodo de "los pitucos" a los alumnos del Colegio Nacional y existen dos versiones que habrían dado origen a aquel nombre.

Se decía que pituco era aquel que vestía bien y tenía un buen pasar. Pero el relato que más peso tiene es que en unas Olimpíadas de la década del 60, los jugadores del Nacional en softbol decidieron salir a jugar con jeans Lee gastados, la moda de entonces que reemplazaba a los Far West.

"Salieron a jugar con eso y los de Industrial nos ganaron, nos pasaron por arriba...", dice ahora Hugo Cura. Ese día "nos cantaban pitucos, y creo que ahí quedó y se instaló como una manera de identificación".

Azul y rojo

El origen de los colores llegó a oídos de Hugo Cura a través de un profesor que fue alumno y egresado del colegio en 1951. "Había que tener una bandera y una camiseta. Cuando nació el Instituto Coronel Olavarría empezaron los Juegos Deportivos Olavarrienses, que los organizaba un colegio distinto cada año, hasta que en 1956 el club Estudiantes empezó a organizar lo que se llamaron Olimpíadas de manera oficial".

Lo cierto es que "el Ministerio de Educación ordenó que había que hacer un concurso entre los alumnos para que se eligieran los colores identificatorios" y el organizador del concurso fue el profesor de Educación Física, Enrique Mario Caldironi. Mandó los resultados a Buenos Aires, y quedó el azul y rojo. En la camiseta "eran dos rombos azules y dos rojos, y la bandera mitad de cada color. Después se compraron los joggings y los zapatos con clavos, necesarios para atletismo, los hicieron los presos del Penal".

Reencuentro

Hoy a las 10.30, ex alumnos del Colegio Nacional visitarán el edificio de la Escuela Normal donde cursaron sus estudios secundarios, entre 1946 (primera promoción) y 1974, año en que el colegio se trasladó al actual edificio. Se ingresará por Belgrano 3050 y están todos invitados.