Hasta Olavarría es un apellido vasco Folklore vasco
En la Argentina viven tantos descendientes de vascos como en el propio País Vasco. En Olavarría, el Centro Basko mantiene viva su tradición cultural.
Su presidenta, María Susana Mendizábal, más conocida como Marisu, y los dirigentes Pablo Ormazábal y Raquel Meléndez Tesone de Jaureguizar desgranaron planes y recuerdos medos con datos precisos sobre la historia y tradición de uno de los pueblos más antiguos de Europa, cuyos orígenes todavía están en discusión.
La Argentina fue uno de los destinos elegidos por la diáspora vasca, aunque desde el principio de la colonización ya los vascos estaban cumpliendo roles destacados, como lo fue la misma fundación de Buenos Aires a cargo del vasco Juan de Garay.
Hoy en la Argentina viven 3 millones de vascos y descendientes de vascos, lo que le hace decir a Pablo Ormazábal con cierta exactitud que el País Vasco son "las siete provincias y la Argentina, que es la octava", ya que la totalidad de los vascos que siguen en la península ibérica son también alrededor de 3 millones de almas.
"Ahora estamos tratando de reciclar completamente la sede -cuenta Marisu Mendizábal-, que había quedado completamente deteriorada después de un período de abandono", sobre el que no quiere abundar en detalles.
Cuando se hizo cargo la actual comisión directiva rápidamente comenzaron los trabajos para devolverle a la casa de Alsina e Hipólito Yrigoyen, la que según vecinos antiguos y memoriosos albergó al primer prostíbulo de lujo que tuvo Olavarría. También dicen que allí cantó Carlos Gardel durante su visita a Olavarría y también que durmió en una de las habitaciones de esa casa de placer para gente de dinero.
Pero eso sólo es leyenda. La realidad es que la restauración del inmueble permitió que hoy el Centro Basko pueda financiarse en parte con el alquiler del salón para eventos varios, ya que todas las otras actividades que organiza la entidad son totalmente gratuitas y abiertas a todos, sean descendientes de vascos o no.
La mayor parte son para mantener viva las tradiciones y cultura del pueblo vasco: "El año pasado se dictó un curso de idioma euskera, también hubo otro de cocina vasca y los sábados funcionan los talleres de danzas vascas".
Además el Centro Basko cuenta "con una de las mejores bibliotecas. En 1953, cuando se fundó la entidad, el gobierno vasco nos mandó una gran cantidad de libros que llaman la atención a miembros de otros centros vascos que nos han visitado", señala Marisu.
La biblioteca fue organizada por Graciela Ramongassie y puede ser visitada los sábados a partir de las 15, dato que puede ser interesante para muchas personas que quieran ahondar en la cultura vasca.
Hay también clases de arte para niños y se dicta un curso de cocina junto al Centro de Formación Profesional que otorga certificados oficiales y están a cargo de Tito Cuello.
Otro de los logros que enorgullecen a la comisión directiva es haber recuperado el reconocimiento oficial del gobierno vasco y haber retomado una activa participación en la Federación de Entidades Vascas de Argentina. Este no es un dato menor, ya que es en la Argentina donde funciona la mayor cantidad de centros vascos del mundo, ya que sobre 162 esparcidos por el mundo nada menos que 76 están en nuestro país.
La labor comunitaria del Centro Basko abarca también campañas solidarias, como la encarada en favor de los niños de la etnia wichi o las que se realizaron por las tantas inundaciones que han azotado distintas zonas del país.
Junto con el alquiler del salón, la entidad recauda fondos para sostener sus actividades instalando stands en cada una de las grandes fiestas populares que se celebran en Olavarría.
"Ahora nos estamos preparando para la fiesta del aniversario de la ciudad. En los puestos vendemos comidas, aunque no necesariamente de la tradición vasca. Si les ofrecemos a la gente chistorra, que es una salchicha de carne de cerdo, la gente no sabe de qué se trata y no se arriesga. En realidad, lo que la gente más compra son papas fritas. El año pasado vendimos 120 kilos de papas y este mes pensamos llegar a 200", cuentan, mientras ruegan que no llueva el día de la celebración.
También participan con una carroza en los carnavales.
Actualmente cuentan con cerca de 70 socios, una cifra que suena mezquina en relación con la cantidad de vascos que viven en Olavarría -nombre vasco, por otra parte-, por lo que en la fiesta del domingo darán el paso inicial de una nueva campaña para conseguir socios.
Quienes quieran ganar tiempo, pueden asociarse llamando al teléfono 440947, Moreno 3078, o al 455715, Piedras 2323. La cuota social es de muy modestos 20 pesos.
Marisu Mendizábal, Raquel Meléndez Tesone y Pablo Ormazábal cuentan algunas de las anécdotas que se han ido acumulando con el transcurrir de los años, como el día en que llegó el presidente de facto Pedro Eugenio Aramburu a Olavarría y un grupo de vascos fueron a verlo, más por razones de afinidad étnica que por cuestiones políticas, ya que un presidente vasco era un hecho destacado para la colectividad. Ese día una joven Maritxa Viguri de Petruccelli quiso cerciorarse de que en realidad se encontraba ante un presidente de origen vasco y no estaba soñando. Pero en lugar de pellizcarse ella, pellizcó a Aramburu, el que dio un respingo sin entender seguramente mucho qué estaba pasando.
Años después, el hijo del ex presidente, Eugenio Aramburu recordaría la historia de cuando su padre sufrió un pellizcón en Olavarría. Maritxa Viguri es una de las dos personas que nacieron en el País Vasco y que hoy están en Olavarría. El otro es don Juan Luis Urrutia.
Maritxa, quien llegó en 1953 a la Argentina huyendo de la dictadura franquista, fundó escuelas de danzas en Olavarría y Laprida, y participó de las creaciones de entidades similares en Necochea y Tandil. Es una de las vascas que dejó su huella en la ciudad.
Los dirigentes del Centro Basko se entusiasman enumerando a todos los vascos que hicieron lo suyo para construir el país, desde Juan De Garay o Domingo Martínez de Irala hasta Hipólito Yrigoyen, pasando por Esteban Echeverría hasta llegar a dos de los grandes mitos argentinos como Eva Duarte de Perón o Ernesto Che Guevara. Y Olavarría tuvo intendentes como Carlos Víctor Portarrieu y Helios Eseverri, sin olvidar a Dionisio Recavarren, quien no sólo fue jefe comunal sino también fue fundador de EL POPULAR.
Ana Guazzone de Elortegui, profesora de danzas vascas, sintetizó lo más saliente del folklore vasco que ella tanto contribuye a difundir.
Su texto señala:
"El folklore del País Vasco es muy variado. Cada una de las localidades de los siete territorios vascos de Euskal Herlia es escenario de los más vistosos actos de danzas en sus días de fiesta. Dichas fiestas son en honor de santos, advocaciones religiosas o evocan hechos históricos.
"El bailarín que representa las danzas vascas es llamado dantzari en el idioma euskera. En este variado folklore podemos observar danzas exclusivamente bailadas por hombres, otras por mujeres y también danzas mixtas. Es de destacar la utilización de diversos elementos, como espadas, makikas (palos), cestas y arcos. Se evocan en las danzas numerosas tareas rurales y de pescadores.
"Toda fiesta da inicio con la sokadantza, conocida también como aurresku, danza que rinde homenaje y respeto a Dios, las autoridades y al pueblo.
"Los niños aprenden las danzas juego que se caracterizan por la repetición de movimientos y el progresivo aumento del ritmo hacia el final, como ipurdi dantza, txulalai y esriu dantzas. Los jóvenes destacan en danzas como las espata dantzas, bailes de espadas y makikas.
"La arku dantza tiene combinaciones de golpes de arcos, como arcos mixtos o las uztal hanndiak o arcos de flores bailados por mujeres.
"Los carnavales que evocan el paso del invierno a la primavera, como los de lantz o zuberoa, en los cuales se representa al pueblo y a seres mitológicos.
"Hoy en día son bailadas adaptaciones y también ha tenido un progresivo avance la creatividad de coreógrafos que han dado lugar a una modernización y estilización, aceptado esto por un amplio público y rechazado por quienes trabajan en la preservación y pureza de la danza vasca de la danza tradicional. Me inclino por la visión de estos últimos.
"Así como el aurresku da inicio a la fiesta, otra danza popular como el fandango y arin arin dan lugar al cierre y las kalejiras o cuerdas de dantzaris se mezclan entre los asistentes, denotando la alegría del pueblo vasco.
"El Centro ‘Gure Etxe Maitea’ cuenta con un grupo de danzas que ensaya los sábados entre las 15 y las 19. Los niños tienen talleres de danza y arte, y reciben la merienda. A fines de noviembre se realiza el udaleku (campamento), como cierre de actividades, donde bailamos, jugamos y compartimos la cultura vasca. Retomamos las actividades en febrero".