Patios Abiertos incluye a 250 chicos en cuatro escuelas olavarrienses
No sólo devuelve chicos a las aulas formales, sino que también sirve como apoyo en áreas curriculares devaluadas y permite detectar situaciones de abuso infantil y adolescente. El programa provincial se implementa desde 2004.
Hoy, el Programa Patios Abiertos congrega en Olavarría a unos 250 chicos repartidos en cuatro servicios que abren sus puertas cada sábado para proponerles distintas actividades que, claro, no excluyen el apoyo en disciplinas estratégicas como la lengua y la matemática.
El coordinador regional de la propuesta, Lic. Mario Sosa, explicó que se lleva adelante en la Escuela Primaria Nº 22, ubicada 9 de Julio casi ruta 226; la Escuela Primaria Nº 2 de Sierra Chica; en la Escuela Secundaria Nº 1 que funciona en barrio Bancario; y también en la Escuela de Adultos 715, que cede sus instalaciones de la avenida Pueyrredón casi Ituzaingó.
"Tratamos de abarcar zonas con sectores que están en algún grado de vulnerabilidad, o por lo menos más expuestos a ciertos riesgos, y la idea es que los chicos encuentren allí un espacio de entretenimiento, de creatividad y también un espacio de escucha", argumentó el trabajador social, convencido de que "en este sentido, (la propuesta) ha brindado satisfacciones, porque los chicos encuentran un canal en cada docente para poder expresarse, para poder aprender cosas nuevas".
Para Sosa, la gestión de la Dra. Gvirtz a cargo de la cartera educativa provincial abrió "la intención cierta de apuntalar la calidad educativa" también a partir de programas de esta naturaleza, por lo que Patios Abiertos hace un aporte a ese objetivo poniendo el acento en "dos áreas que se considera que son las más devaluadas en el territorio provincial, aun cuando cada región tiene sus propias características. Entonces, tanto en Prácticas del Lenguaje como en Matemática hay un acompañamiento pedagógico". Todo, admitió Sosa, de "una manera muy sui generis", ya que al funcionamiento de los propios talleres se trata de acoplar la enseñanza de cuestiones que deben ser reforzadas.
Los ejemplos abundan, ya que un taller de ajedrez se puede transformar en el ámbito propicio para incentivar los conceptos matemáticos, mientras que uno de teatro permite abordar las temáticas del lenguaje.
La franja etaria admitida en Patios Abiertos es amplia, ya que va desde los 5 hasta los 21 años. "Esto es porque hay hermanitos chiquitos que si no viene, tendrían que quedarse solos en la casa, o adolescentes que no podrían concurrir porque deberían quedarse en casa a cuidarlos", explicó el profesional graficando una situación que se repite en más de un caso.
En general, los chicos están escolarizados. De lo contrario, el programa constituye precisamente una puerta para ingresar o reincorporarse al sistema educativo, y esa es una posibilidad que se ha hecho realidad en varias oportunidades. "Muchos chicos que tenían problemas o dificultades para integrarse al sistema formal, han mejorado esa situación a través de este formato que es voluntario y por eso mismo, rompe con las reglas tradicionales de la escuela, de la asistencia obligatoria".
En cada versión de Patios Abiertos, las actividades son particulares, pero suelen incluir Deportes y vida en la naturaleza; Expresión Artística en sus distintas variantes; Plástica y Teatro o Artesanías, como en la EP Nº 22, lo que permitió que los chicos expusieran su producción en la Feria de Artesanos.
En general, esa oferta surge del interés de los propios chicos y, obviamente, "la pila" y la iniciativa de los docentes, que hasta llegan a disponer de material pagado de su propio bolsillo. "Llegan a cocinar, para cubrir las necesidades de los chicos, en esos sábados en los que los comedores escolares no trabajan. La verdad es que es magnífico verlos, conmueven", aseguró el trabajador social, todavía movilizado por la imagen de los chicos de la Escuela Nº 715, frente al barrio Ituzaingó, quienes el sábado anterior prepararon una bandera inmensa, la dibujaron y le imprimieron sus propias manos con pintura, en el taller de expresión artística. "Claro que después les propusieron a los profesores salir a mostrarlo a la comunidad; así que salieron con la bandera por las veredas del barrio, cantando, en una imagen que de sólo contarla, conmueve, porque es una forma de construir ciudadanía, de afianzar la identidad en un espacio de pertenencia".
Como otros Patios Abiertos diseminados por la provincia de Buenos Aires, el local tiene su propio espacio en Facebook, bajo la denominación "Patios Abiertos Olavarría" y en él se incluyen fotos y descripciones de las actividades que realizan cada sábado.
Sobre el final, el Lic. Sosa fue consultado respecto de las problemáticas más repetidas entre la matrícula del programa. "Esta es la gran preocupación nuestra. Es que aquí concurren chicos de distintos sectores socioeconómicos, pero tengamos en cuenta que básicamente son chicos con derechos vulnerados, con familias que han tenido que sobrevivir a muchas dificultades. Y en este sentido, Patios también ha servido como espacio de escucha, y ha permitido detectar casos de abusos que no eran contados, a partir de que el vínculo que se construye con los docentes ha permitido intervenir en este tipo de problemáticas".