El hecho ocurrió el martes por la noche, cuando un hombre oriundo de Mendoza e identificado como José Alberto González intentó robar un kiosco, pero rápidamente fue rodeado por la Policía a raíz de un llamado de un vecino al 101. Lejos de amedrentarse, con la llegada de los efectivos, González tomó del cuello a su víctima, dando comienzo a un episodio de máxima tensión.

El jefe de la Departamental, Eduardo Quintela, vestido de civil obró como mediador, y hasta llamó a la madre de González para que éste depusiera su actitud. El delincuente pidió que los medios de prensa se hicieran presentes y solicitó garantías con la presencia de un fiscal. Tras una hora y media de tensión, el hombre entregó el arma y fue detenido.