En la noche del miércoles, el cielo sobre Boca Chica, Texas, Estados Unidos, se iluminó cuando el cohete Starship, de la empresa SpaceX, explotó durante una prueba estática en tierra. La secuencia ocurrió pasadas las 23 horas (hora local), durante una fase rutinaria previa al que sería su décimo vuelo experimental.

El incidente ocurrió durante una prueba estática de ignición, parte esencial del protocolo previo al lanzamiento. Las imágenes difundidas por medios estadounidenses muestran una enorme bola de fuego surgiendo desde la plataforma de lanzamiento, lo que obligó a la evacuación inmediata de zonas cercanas y la intervención de bomberos locales.

En un comunicado oficial, SpaceX confirmó que se trató de una “anomalía grave” durante la prueba de ignición. Aclararon, sin embargo, que todo el personal se encuentra “sano y salvo”, gracias a los protocolos de seguridad implementados.

La compañía, fundada por Elon Musk, indicó que colaborará con autoridades locales para determinar el origen del fallo, asegurar la zona y evitar nuevos riesgos