El analista económico Gonzalo Chávez ofreció una explicación detallada sobre la reciente medida del Gobierno que establece un incremento del 10% al salario mínimo nacional y del 5% al haber básico, remarcando que esta disposición no compensa completamente la pérdida de poder adquisitivo que la inflación ha generado en la población.

Chávez puntualizó que lo anunciado corresponde más a una reposición salarial que a un incremento real. Según explicó, el salario real, que representa lo que efectivamente una persona puede comprar, se obtiene dividiendo el salario nominal (el monto que figura en la planilla) por el índice de inflación acumulada.

“El incremento del 10% al salario mínimo apenas logra reponer la inflación del 2024, pero no contempla la inflación de los primeros meses del 2025, que ya alcanza el 5% adicional”, advirtió Chávez. Por tanto, los trabajadores seguirán teniendo una pérdida real del poder adquisitivo cercana al 5%. Respecto al salario básico, el panorama es peor: el incremento del 5% frente a una inflación acumulada del 15% significa una pérdida real de 10%.

Chávez alertó que, además de ser insuficiente, el reajuste podría generar mayor inflación. Explicó que en el sector privado muchas empresas, sobre todo pequeñas y medianas, trasladarán los nuevos costos salariales a los precios finales de los productos, elevando la inflación. Aquellas que no puedan hacerlo enfrentarán cierres o migrarán a la informalidad.

En cuanto al sector público, Chávez señaló que el pago de los aumentos podría financiarse recortando la inversión pública, lo que reduciría la actividad económica, o mediante emisión monetaria, un mecanismo que, en un contexto de crecimiento estancado, solo generaría más inflación.

“El reajuste salarial te lo darán por el bolsillo izquierdo, pero la inflación te lo va a sacar por el derecho”, ironizó el analista.

Finalmente, Gonzalo Chávez insistió en que no basta con hablar de salarios nominales: “La clave para mejorar realmente los ingresos de los bolivianos es controlar la inflación, a través de políticas fiscales y monetarias serias que eviten mayor expansión monetaria y recorten el gasto público ineficiente”, concluyó.