Daniel Lovano / elpopular.com.ar

Fotos: Marcelo Kehler

Por más antiguas que sean, algunas producciones del cancionero tribunero no pierden su vigencia, ni su significado. Hacía rato que en una cancha de Olavarría no se escuchaba "es un afano, suspendanlo", y no pasó a los 20m del segundo tiempo, ni a los 30, ni a los cuarenta.

El coro se levantó desde la cabecera sur y contagió al resto allá por la media hora de primer tiempo, cuando Ferro ya había metido tres, como producto de una exhibición de presión, intensidad, precisión y contundencia pocas veces vista desde los tiempos de Romanello a la fecha.

"Pipi" San Julián era Carlitos Arena, Juan Longhini el "Gordo" Córdoba, Alejandro Russo el "Colorado" Britos, Hugo simplemente Hugo, pero con algo de Bordaberry, y Simpertegui una versión morocha de Eloy Colombano.

Si la comparación (siempre tan cuestionable) tiene algo de sentido, es como un concepto contundente que signifique lo que se vio este domingo: Ferro estuvo a la altura del mejor Ferro que se haya visto en estos siete años de vigencia regional.

Y para eso no tardó demasiado en poner en práctica sus intenciones. Presión altísima para asfixiar a Sarmiento casi en la salida de su área y, al revés de lo que sucede en estos tiempos, cuando recuperó la pelota fue para jugar, para abrir la cancha y para herir al rival.

Así, tuvo media docena de situaciones de gol antes del primero (eso que el tercero llegó con apenas media hora de juego), algunas increíbles (como las perdidas por Longhini y Janson mano a mano, con campo para correr y para elegir). En 30" había tenido dos.

Nada para objetar a Ferro; no tiene ninguna responsabilidad por hacer todo muy bien frente a un rival que hizo todo rematadamente mal: regaló la pelota en la salida, dejó una estancia a espaldas de Wagner, por donde San Julián y Janson se hicieron un picnic, marcó en línea, achicó sin presionar sobre la pelota, se suicidó esperando a Simpertegui mano a mano en la banda.

Media docena por anotador en nueve minutos, antes del primero: centro de Simpertegui desde la derecha, aparición clásica como nueve de Longhini, definiendo como pudo, pero lo suficientemente "bien" para encontrar caminando al arquero y cambiarle el palo.

Nueve minutos entre el primero y el segundo, con otras tres ocasiones en el medio, que no valen la pena contar para no quitarle caracteres al golazo de San Julián: recuperación alta de Ferro, enganche de "Pipi" en la derecha y zurdazo al ángulo superior izquierdo.

El chileno tuvo el suyo, después de una bicicleta que dejó sentado al marcador, y en el tercero una síntesis de lo que pregona Girardengo: intensidad, pero sin perder nunca la lucidez para elegir la mejor opción. Cuando Piecenti controló en tres cuartos de cancha y giró rumbo a la medialuna, se escuchó clarito el grito desde el banco: "No te apurés, Conejo". Y el Conejo no se apuró; abrió a la derecha para el chileno y el chileno se la puso en la cabeza a Longhini.

Simpertegui asustó a todos en una caída, pero volvió y armó el cuarto. Corrió, mandó un buscapié, Longhini se tiró con los pies para adelante y se metió con pelota y todo.

Al chileno había que cuidarlo, y se quedó en el vestuario en el descanso. Sin embargo no cambió el estilo, ni las formas de la búsqueda: Di Carlo metió un pase entre líneas para Piecenti, que hizo de Simpertegui y le sirvió el cuarto a Longhini, el quinto de Ferro.

No iban ni 5m del segundo tiempo, y fue como si Ferro interpretara el canto que un rato antes había bajado desde la tribuna. Decidió suspender el baile, bajar la intensidad, cuidar piernas; o lo hizo para dar espacio al lucimiento a los que hasta ahí habían sido aportes silenciosos, pero imprescindibles en la estructura: Biscardi, Irusta, Cancina, Russo, que jugó su mejor partido con la camiseta de Ferro.

Como había luz para descansar en la ventaja obtenida, Girardengo le dio minutos al menor de los Janson, Enzo, y el chiquilín no los desperdició; ratificó que el discernimiento que muestran cada domingo sus tres hermanos, los dos de acá y el que la descose en Tigre, es una cuestión que se lleva en los genes.

Otra buena noticia para Ferro que, este domingo, hizo sacar llagas en las palmas de las manos de sus hinchas.

Esta es la síntesis del partido:

Ferro Carril Sud: Ramiro Biscardi; Franco Irusta, Nicolás Rosales, Sergio Cancina, Franco Janson; Alejandro Russo, Hugo Janson; Manuel Simpertegui (ST inicio, Alejo Di Carlo), Jonathan San Julián (ST 23m Maximiliano Gargaglione), Emiliano Piecenti; Juan Longhini (ST 18m Enzo Janson). DT: Carlos Girardengo

Sarmiento de Coronel Suárez: Matías Bauer; Mariano Lantiat (ST inicio Sebastián Blanco), Lucas Elorriaga, Jeremías Nahra, Maximiliano Arce; Fabián Coronel, Cristian Palacio, Martín Wagner, Gonzalo Cendra; Joel Zalazar; Gonzalo Lang (ST 18m Ruffa). DT: Carlos Roth

Goles en el primer tiempo: 9m, 27m y 41m Juan Longhini (FCS); 19m Jonathan San Julián (FCS)

Gol en el segundo tiempo: 4m. Juan José Longhini (FCS)

Amonestados: Cancina y Longhini (FCS)

Arbitro: Lucas Gualdieri, de Ayacucho (bien)

Estadio: "Domingo Colasurdo"