En el juicio por el crimen de "Nené" Vigneau no se discutirá la autoría de Susana Stuñek
Declararon los hijos de la víctima, quienes aportaron estremecedores testimonios. También lo hicieron policías, quienes detallaron la escena que encontraron en el domicilio de Villa Arrieta, en Sierras Bayas. Pero lo clave de la jornada es que las partes acordaron no discutir que la única acusada fue la autora del crimen. Ahora se dirime bajo qué figura se encuadrará ese episodio.
@nachocerdera
Fue una jornada quizás no tan extensa, pero sí intensa. Intensa de emociones, pero también de situaciones. Algunas de ellas se preveían, se veía venir que los testimonios de los hijos de la víctima serían duros y directos con la figura de la única acusada, quien fuera por varios años nuera de la mujer que fue asesinada en su casa del barrio Villa Arrieta, en Sierras Bayas. Pero también había espacio para la incertidumbre, un velo que comenzó a correrse desde el primer momento en el que el abogado defensor Gustavo Herrera comenzó a desandar su alegato de apertura.
Se trata del momento que cada una de las partes tienen para dirigirse al jurado y narrarles cuál es la hipótesis del caso que sostendrán a lo largo de las audiencias. Con respecto a la querella, integrada por la fiscal María Paula Serrano y la abogada particular Elda Donatelli -en la figura de particular damnificado- no había mayores misterios. Ambas, tal cual era previsto, sostuvieron la acusación contra Susana Stuñek tipificada en un homicidio doblemente agravado, tanto por la alevosía como por haber sido cometido para ocasionar un sufrimiento contra una persona con la que se estuvo en pareja, ya que la víctima era su ex suegra.
La fiscal Paula Serrano habló de un hecho "brutal y violento", "un hecho planificado" en el que se "previó cada paso". Elda Donatelli, quien acompañó cada uno de los dichos de la titular de la UFI Nº 4, añadió que se trató de un suceso "horroroso" y completó que la acusada "sabía lo que hacía y quería hacerlo". Ambas también intentaron anticiparse y, a la par, anticipar al jurado cuál podría ser la estrategia de la defensa y por eso buscaron desarticular cualquier fundamento vinculado a una emoción violenta, violencia de género preexistente o causal de justificación.
Con ese escenario tomó la palabra el defensor particular Herrera, quien desarrolló un interesante y particular alegato de apertura. Tal fue así que no escatimó en analogías para hacer más gráficos sus dichos, inclusive trazó un parangón entre el hecho en cuestión y un libro de cuentos. El punto en común, según su óptica, es que se puede prejuzgar lo sucedido conociendo el desenlace, pero lo que no debe soslayarse es la trama o la manera en la que se llegó hasta esa resolución de la historia.
Estipulación probatoria
Antes de pasar al análisis o mención de lo que dejó la audiencia de ayer hay una serie de puntos que no pueden ser pasados por alto, ya que son clave para entender los juicios bajo esta modalidad de debate. Los integrantes del jurado tienen en sus manos nada más ni nada menos que el veredicto. En otras palabras, definir por la culpabilidad o no culpabilidad de la acusada, que no necesariamente quiere decir inocencia, sino que en tal caso no se logró acreditar el delito por el que se la acusa.
Lo concreto es que para comenzar a desandar ese camino a los jurado se le dan una serie de pautas, que les son leídas tanto al inicio de las audiencias como antes de la discusión del veredicto. Entre otras cosas, se les indica qué elementos deben ser considerados como pruebas y cuáles no.
Una vez expuestas esas directivas, se dan a conocer las estipulaciones probatorias, es decir distintas circunstancias sobre las cuales las partes acordaron no discutir. El juez Martín Céspedes enumeró aquí, por ejemplo, que el hecho se registró entre las 19 y las 21.15, que la víctima presentaba una herida contusa en la cabeza y otras ocho punzocortantes, y que la acusada se encontraba en el domicilio de José Hernández al 1800, donde todo ocurrió.
Sin embargo, concluidos los alegatos de apertura de cada una de las partes, un elemento nuevo fue sumado a las estipulaciones probatorias. Todo sucedió tras la intervención del doctor Herrera, quien en ningún momento cuestionó la autoría de su defendida. Ese punto no fue pasado por alto por la fiscal Paula Serrano, quien acercó su inquietud a las partes y al propio juez del Tribunal Oral en lo Criminal Nº 1. Se dispuso un cuarto intermedio de unos pocos minutos y tras ese receso se sumó como estipulación probatoria que Stuñek fue quien mató a María Elena Vigneau.
Ahora, restará determinar bajo que figura delictiva se ubica el crimen, ya que la autoría del homicidio quedó fuera de discusión. Como se detalló lineas más arriba, la querella ubica todo como un hecho doblemente agravado, mientras que la defensa buscará demostrar que se está ante un homicidio simple o atenuado debido a diversas circunstancias que se buscarán exponer durante el debate.
"No era mi mamá"
Quien inauguró la instancia de debate fue nada más y nada menos que Sebastián de Luca, hijo de la víctima y pareja durante varios años de la victimaria, con quien además tuvo un hijo. Declaró por más de una hora, respondiendo cada una de las preguntas de las partes, quienes acompañaron sus inquietudes con un proyector e imágenes en las que el testigo dio detalles y nutrió su versión de los hechos. No sólo le tocó señalar el escenario donde encontró su madre, sino identificar si el rostro prácticamente desfigurado que se vio en pantalla gigante era el mismo con el que se topó aquella noche de enero del año pasado. "No era mi mamá lo que yo vi", señaló mientras enumeraba las lesiones que presentaba su madre.
Fue sin dudas el momento más estremecedor de la jornada. Se escucharon ahogos y sollozos, los cuales no vinieron únicamente desde el público, sino que también la imputada fue parte de los mismos. A veces por dolor y en otras buscando contradecir con elocuentes gestos aquellos que escuchaba de labios de su ex pareja.
De Luca, en contrapartida, fue contundente. No logró disimular su dolor, pero no se dejó apabullar por el mismo y dijo todo lo que quería decir. Sólo le quedó pendiente poder mostrar una foto de su madre, lo intentó en varias ocasiones, pero nunca cosechó el aval del juez. Quedará el consuelo que la cara de su madre, como sus seres queridos la recuerdan, se la pudo ver en varias remeras que vistieron personas del público y de una de sus hermanas, que la lució durante todo su testimonio.
El hombre relató que ese 9 de enero estuvo con su madre hasta aproximadamente las 19, cuando viajó hacia Olavarría para ver a su hijo, debido a que ese entonces ya se encontraba separado de Stuñek y se domiciliaba en la localidad serrana. Hicieron juntos algunos mandados y cerca de las 21 fue cuando recibió el mensaje de su ex pareja, quien le refería que había salido a caminar al parque y sufrido un esguince de tobillo, por lo que iba a demorar en retornar.
Así fue que pasó algo más de una hora y cuando De Luca estaba decidido a irse con su hijo a Sierras Bayas fue que la mujer regresó y lo pudo dejar con ella, para ya regresar a la localidad serrana.
Cuando iba llegando a la casa de su madre comenzó a percibir diversos indicios que lo hicieron sospechar que algo no estaba bien. Primero fue que no estaba encendida la luz de la cocina y era frecuente que lo esperara allí con la cena. Luego fue una puerta trasera que no sólo se encontraba cerrada, sino con la cortina en condiciones atípicas. También fue la puerta del frente, que en contrapartida estaba sin llave. Una vez que cruzó el umbral comenzó a confirmar sus peores temores.
Desorden, televisor con volumen al máximo y la peor de las imágenes sobre el ingreso al baño, donde se encontraba tirado el cuerpo de su madre ya sin vida. A partir de allí todo fue desesperación y locura. Llamó a familiares a quienes les suplicó que vayan hasta allí, no sin antes llamar a la policía. Recorrió el resto de la casa y vio desorden en la habitación de su madre y luego se topó con varios papeles con una letra casi de garabatos que proferían una amenaza que no iba hacia él, sino contra su empleador.
Con el correr de las horas se determinaría que todo era una coartada y el caso comenzó a girar en torno a la figura de la ex pareja. La definió como "extremadamente celosa", mientras refería que ir a una "panadería" del barrio era motivo de conflicto, ya que sospechaba hasta de las comerciantes. Añadió que miraba sus redes sociales y eliminaba a aquellas que no le inspiraban confianza.
Tras la separación todo se habría agudizado. "Te voy a pegar donde más te duele", fue una de las amenazas que recibió y quedó expuesta en la jornada de ayer al mostrar por el proyector los mensajes que De Luca recibía en su teléfono celular. "Pensé que era no dejarme ver a mi hijo, nunca me imaginé esto", continuó.
"El dolor me cuesta ponerlo en palabras"
Pocos minutos después de las cuatro de la tarde fue el turno de Vilma De Luca, la tercera de las hermanas en ingresar al recinto. Fue la única que lo hizo con una remera con el rostro de su madre, debajo del cual se podía leer "justicia". Su intervención duró poco más de 10 minutos, pero también los dedico de manera casi íntegra para cuestionar y apuntar a la única acusada.
A segundos de iniciar su testimonio se quebró en llanto. Fue cuando le tocó relatar aquella noche de enero, más precisamente cuando recibió el llamado de su hermano. "Preferí guardarme en mi casa, soy hipertensa. Quería tener el mejor recuerdo de mi mamá", se sinceró.
Luego comenzó todo tipo de cuestionamientos y acusaciones contra su ex cuñada. "Ella actuó con sangre fría", fue una de las frases que le dedicó. "Era una mujer que no compartía con nosotros", añadió segundos después, mientras refería también que lo tenía amenazado a su hermano para no poder ver a su hijo.
"El dolor cuesta mucho ponerlo en palabras, se lleva por dentro. El dolor está, yo vengo por un pedido de justicia, pero mi mamá no va a volver más. Mi mamá era una buena persona, no merecía morir así, nadie lo merece. Quiero que su alma descanse en paz, hay una culpable y no lo hizo bajo emoción violenta, ella lo planifico", concluyó.
"Con la denuncia comenzó la preparación del crimen"
Otro de los momentos de la jornada fue la declaración de Norma De Luca, otra de las hijas de la víctima. Su intervención no duró mucho más de media hora, pero fue contundente contra la figura de la única acusada. "Para nosotros fue un balde de agua fría". Así definió el momento en el que los investigadores ubicaron a Stuñek como la autora. No se trataba únicamente de su ex cuñada, sino también de la persona que pocas horas antes los había acompañado en el sepelio de la víctima, tal cual relataron los tres hermanos.
Su relato fue certero, pero también sentido. Por algunos segundos el llanto le arrebató la voz, pero sacó la fuerza necesaria para seguir declarando y decir lo que quería que todos oigan. "Me encantaría decir que me devuelvan a mi mamá, pero no se puede. Espero justicia. El que mata por matar, por venganza, para hacerle el mal a otro, por creerse superior, no merece estar afuera", enfatizó mirando fijo a los integrantes del jurado.
En uno de los apartados más interesantes de su declaración mencionó conversaciones que le empezaron a "resonar" en la cabeza cuando el nombre de Stuñek fue colocado entre los posibles autores. "A mí nadie me deja", fue una de las frases que habría vertido la acusada frente a ella. Otra, la que repitió también su hermano, "le voy a dar donde más le duele". "Y sí que nos dolió, se desquitó con la persona menos pensada", añadió segundos después.
Esa amenaza aún resuena en su cabeza. "Quiero sacarme esa culpa de no haber hecho nada, eso estoy tratando en terapia", se sinceró.
La defensa le preguntó por cómo era su hermano, fue aún más lejos y le consultó sobre una denuncia contra él por violencia de género. Norma De Luca no sólo descartó esa denuncia, sino que le espetó que "con la denuncia comenzó la preparación del crimen". "Mi hermano no es violento, yo le confío mis hijos a mi hermano", completó.
Por último, tras enfatizar que "el pueblo de sierras bayas sabe quienes somos", relató que "si mi mama tuvo que dar la vida para que podamos tener paz, nos quedamos con eso".
Más de lo que dejó ayer y lo que viene para hoy
Tras la declaración de los hijos de la víctima se dio lugar a un cuarto intermedio que se prolongó por cerca de media hora. Cinco testigos esperaban por su turno fuera de la sala de audiencia, pero sólo dos de ellos atravesarían la puerta para ser parte del debate. El resto fueron desistidos a partir del cambio en la estipulación probatoria. No se descarta que esta situación pueda repetirse tanto hoy como mañana, cuando concluya el juicio.
Se trató de efectivos policiales. Uno de ellos de la subcomisaría de Sierras Bayas, nada más y nada menos que el primer agente en llegar a la escena de los hechos. Fue quien redacto además el acta de procedimiento en la que describió lo hallado en el interior del domicilio de Hernández al 1800. El testimonio restante correspondió a un perito de la división Científica de la policía bonaerense, encargado del levantamiento de rastros. El especialistas explicó cómo fue que lograron determinar que la escena había sido adulterada.
Para la jornada de hoy todo se encuentra pautado para las 8.30, siempre teniendo como escenario la sala de audiencias ubicada sobre el tercer piso del edificio de justicia de Azul. Se trata del recinto de la Cámara de Apelaciones, pero por sus dimensiones es cedido para que funcione allí el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 1.
Se espera la intervención de cerca de una decena de testigos, principalmente de tenor pericial. A ellos se les suma el hijo de Stuñek y De Luca, donde seguramente estará lo más trascendente al no estar en discusión la autoría del crimen.
Entre los especialistas se encuentra psicólogos, psiquiatras y un genetista que declarará vía videoconferencia desde La Plata. Se trata del doctor que analizó distintas muestras de ADN que fueron halladas en las uñas de la víctima y que serían compatibles a las de la acusada, según anticipó la fiscal María Paula Serrano.
También hoy compartirán sus conclusiones los médicos que analizaron el cuerpo de Vigneau.