La moda Fortnite
Es el juego más popular del momento: millones de personas lo juegan todos los días y se creó en torno a él una gran comunidad. Pero ¿cómo jugarlo por primera vez o saber si nuestros hijos están en problemas?
También muchas más personas que, sin estar todo el día prendidos a una consola, se engancharon con esta propuesta que es furor a nivel mundial.
Lo que sigue pretende ser una guía con toda la información relevante para entender qué es este juego, cómo funciona, quiénes participan y por qué resulta tan adictivo para jóvenes y adultos.
El nombre completo del juego es "Fortnite Battle Royale". Como su nombre lo indica, se trata de un juego del género "batalla real". Esto significa que no tiene una historia tan predefinida. Lo que hay es un mapa y jugadores que lo recorren e intentan que los demás mueran antes que ellos.
Para sobrevivir, entonces, los jugadores tienen que formar equipos, explorar el territorio, conseguir armas y recursos, hacer construcciones, esconderse y moverse, defenderse y matar.
Una partida comienza con la llegada de todos los jugadores a una isla y termina cuando queda sólo uno vivo (o un equipo). Casi como "Los juegos del Hambre", la famosa saga fantástica que nos deslumbró hace algunos años en el cine.
En ese sentido, podría decirse que Fortnite pone en juego, además de la motricidad fina propia de los videojuegos de acción, habilidades sociales, pensamiento táctico y estratégico, diseño, ingenio y creatividad.
Para empezar, cada jugador de Fortnite elige un pseudónimo y se le asigna un avatar, esto es, un personaje que lo identificará en todas las partidas. Hay distintas formas de jugar: "Playground" es un modo de práctica, donde los jugadores tienen vidas ilimitadas y pueden recorrer, construir y practicar en el mapa durante un tiempo determinado. En "Dúos y Escuadrones", el jugador participa con una pareja o un equipo (de cuatro integrantes) que puede formar con sus contactos o con desconocidos a través del emparejamiento que hace el sistema. Las batallas "50 v 50" son partidas en las que se enfrentan dos escuadrones de medio centenar de jugadores cada uno. Finalmente, se pueden jugar partidas en solitario: es decir, un "todos contra todos".
La dinámica de la partida empieza por un viaje en un colectivo volador que cruza la isla. Cada jugador decide cuándo quiere saltar del colectivo, y luego planea con el cuerpo y con un ala delta hasta llegar al punto en el que quiera comenzar a jugar.
En el territorio consigue recursos de construcción (madera, metales, etc.) y tiene que explorar para conseguir armas y otro equipamiento ofensivo y defensivo. El objetivo es ser el último (jugador o equipo) en pie. Y el mapa de la isla se va volviendo cada vez más estrecho por una tormenta que la rodea. Es decir, a medida que pasan los minutos "el ojo de la tormenta" se achica y esto obliga a que los rivales se crucen, se ataquen y se maten.
Una cuestión muy importante es el tiempo de juego: como se trata de partidas online, no pueden pausarse ni detenerse y seguirla más adelante.
Si un jugador puso pausa o dejó el juego por un rato, puede darse por muerto. Entonces, la duración de un match depende en primer lugar de la habilidad (y suerte) del jugador: cuánto es capaz de mantenerse vivo.
Pero las partidas no son infinitas.
El avance de la "tormenta" es lo que marca el paso del tiempo y asegura un fi nal luego de unos 20 minutos (a veces más, a veces menos).
Las razones del furor Si bien las partidas de Fortnite terminan siendo relativamente cortas, en general dan ganas de jugar una atrás de la otra y eso hace que muchos pasen noches enteras en batallas. La experiencia estimulante de Fortnite motiva a seguir jugando. Hay que cuidar que no devenga en adicción.
Según Andrew James Reid, un doctor en diseño de videojuegos de la Glasgow Caledonian University, el furor por Fortnite tiene que ver menos con el concepto de "adicción" que con el de "motivación" (caracterizado por la autonomía del individuo, la posibilidad de perfeccionamiento y la experiencia con propósito).
"Detrás de sus colores llamativos, sus fantásticos obstáculos y sus escenarios desmesurados, -y de la afirmación sin evidencias de que los juegos son ‘adictivos’- hay un mapa de motivación bien diseñado, que alienta a los jugadores a retomar, jugar y jugar un poco más", sostiene Reid.
Freemium
El Fortnite Battle Royale se descarga gratis para todos los dispositivos, excepto claro en las consolas como la PS4 o la XBox. Y hasta ahora no hay ninguna necesidad de comprar nada dentro del juego para disfrutarlo.
Para los usuarios de PC la descarga se hace de manera gratuita desde el sitio de Epic Games. La empresa sólo exige un registro y va guiando en los pasos para instalar el juego en el equipo y comenzar las partidas.
Después, muchos jugadores se tientan con otros gastos. Y en esto hay que ser muy cuidadosos, explicárselo bien a los menores y controlar qué hacen. El gran negocio de Fortnite son las micro-transacciones dentro del juego. Se pueden comprar disfraces, objetos y gestos. Pero la empresa aclara una y otra vez que son compras "cosméticas" que no tienen ninguna incidencia en el juego.
Parte del carisma de Fortnite son los disfraces que lucen los personajes, los bailes que hacen tras matar a alguien, los adornos que les ponen a sus armas, las formas caricaturescas de sus picos y la exuberancia de sus ala deltas. Y esto cuesta dinero, lo que hace que el juego sea "freemium" (es decir, que tenga algunas características pagas dentro de un contexto mayormente gratuito).
Y también se pueden comprar los "battle pass" ("pases de batalla", en español). Esto es un poco más complejo. Fortnite tiene "temporadas" (desde julio, está en la quinta) y en cada una hay "desafíos" (objetivos) que, una vez cumplidos, permiten sumar puntos de experiencia y obtener recompensas (gestos, bailes, objetos, etc.).
Entonces, la compra del pase de batalla entrega automáticamente disfraces exclusivos y permite que el jugador participe por ciertas recompensas especiales.
Privacidad
La gran preocupación de los padres pasa por los contactos que sus hijos hacen con desconocidos al jugar. Es que cuando un usuario quiere jugar una partida en modo Dúo o Escuadrón, tiene la opción de pedirle a Fortnite que "llene" su equipo, es decir, que lo empareje con otros jugadores de similares características (nivel, región).
En las partidas, hay una comunicación abierta dentro de los equipos.
Los compañeros pueden hablarse a través del micrófono o escribirse brevemente por chat (en consolas y PC). Por eso, los chicos pueden estar expuestos a insultos, obscenidades, bullying u otros riesgos de este tipo de comunicaciones.
Luego, también pueden quedar en contacto con un usuario que conocieron en una partida. La particular camaradería que se da en las batallas invita a sumar "amigos" para incluir en próximos equipos.
En cierto sentido, ese costado social, cierto sentido de pertenencia, puede animar conductas positivas, de compañerismo y trabajo en equipo. Pero a la vez habilita a los jugadores a relacionarse fuera de las partidas en los "salones de chat" que ofrece Fortnite.
El peligro entonces, como en muchos otros juegos desde que existe internet, es que los menores empiecen a conversar con otros usuarios que después quieran seguir la relación por WhatsApp, mail o en vivo, y que no tengan buenas intenciones.
Una salvaguarda para esto es que los padres desactiven la función de conversación oral ("voice chat") en las opciones del juego. De ese modo se bloquea la charla con extraños durante las partidas de Fortnite.