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A pesar del frío inclemente, entre quinientas y seiscientas personas se movilizaron ayer en Olavarría para protestar contra el aumento de las tarifas de los servicios públicos, a las que consideran "impagables" y "confiscatorias".

Fue convocada por la Multisectorial contra el Ajuste, integrada por los gremios Smata, Stigas, Sadop, Guardavidas, Agua y Gaseosas, ATE, Suteba, CTA. También por las sociedades de Fomento Villa Aurora, 123 de Octubre Hipólito Irigoyen, las juntas vecinales René Favaloro, Acupo III y Pikelado.

Además la integran el Centro de Acciones Legales por la Inclusión Social, concejales y legisladores provinciales de Unidad Ciudadana.

La concentración se realizó en la plaza central, frente al Palacio San Martín, donde está instalada desde hace varios días la carpa de los trabajadores municipales que reclaman mejoras salariales que están negociando con el Departamento Ejecutivo.

A la hora de la convocatoria, las 19, eran pocas las personas que se habían acercado al lugar, por lo que daba la impresión que la manifestación no sería demasiado numerosa. Los grupos que se habían ido formando comentaban con cierta desazón la poca predisposición que parecía haber en la ciudad para reclamar en las calles por sus derechos.

A medida que el sector se iba poblando el tono de las conversaciones se dirigía a una coincidencia unánime: la bronca por la escalada de las tarifas de servicios esenciales como la electricidad y el gas. Otro sentimiento común parecía ser una bronca que pasaba por todos los matices, lo que dejaba en claro que el descontento popular es creciente en estos tiempos de incertidumbre.

Cuando ya se contaban por centenares los vecinos que se apiñaban frente al Palacio San Martín y el redoblar de los bombos ponía algo de calor a un clima helado la rabia parecía irse contagiando de persona a persona. Una mujer agitaba una factura de gas de ocho mil pesos mientras aseguraba que eso era por "dos calefactores, de los que sólo prendo uno, una cocina y un termotanque".

Sin escatimar adjetivos aludiendo a las madres de los funcionarios, la mujer se lamentaba del hecho que sus haberes jubilatorios fueran equivalentes al monto de la factura, por lo que iba a tener que "darles mi jubilación entera para pagar esta factura".

En los corrillos se mencionaban cifras de otras boletas que le habían llegado a tal o a cual imposibles de afrontar con los ingresos del hogar y un sarcástico se consolaba con que "por lo menos ahora puedo gastar a los que votaron a Macri y antes me cargaban porque yo quiero a Cristina".

Además de los kirchneristas Federico Aguilera y Cristina Almada también se vio al concejal renovador Marcelo Latorre, las únicas presencias políticas notorias a la vista.

Después de un rato de bombos y palmas, los manifestantes marcharon por Rivadavia a General Paz, de allí a Vicente López, Dorrego y nuevamente Rivadavia para regresar al punto de partida.

De nuevo en el Palacio San Martín se entonó el primer cántico coreado con fervor por los manifestantes: el "hit del verano".

Finalmente se leyó el documento que se inició recordando que "se están cumpliendo cuatro meses de aquella tarde en que vecinos y vecinas de nuestra ciudad nos encontrábamos en este mismo lugar para hacer oír nuestra voz y decir todos juntos basta de tarifazos".

Se agregó que se marchó en aquella oportunidad porque "veíamos que la situación en nuestra ciudad se estaba tornando insostenible. Familias enteras comenaban a sufrir las consecuencias de un modelo económico que ponía al pueblo como ariable de ajuste".

Por eso "hoy volvemos a la calle a movilizarnos y hacer oír nuestra voz porque la situación no sólo no mejoró sino que empeora cada día más. Los salarios, lejos de recomponerse, siguen en caída libre ante el creciente y constante aumento de los precios y de las tarifas de los servicios públicos. Esta situación afecta por igual a trabajadores, jubilados, estudiantes, pymes y comercios".

Se añadió que "con la dealuación, la inflación y el tarifazo nos quitaron la mitad del salario y en Olavarría la situación resulta cada vez más asfixiante para todos los sectores. Y esto lo podemos confirmar no sólo porque lo sufrimos cada uno de nosotros en carne propia sino porque desde la Multisectorial nos organizamos y salimos en busca de ea información que tanto nos ocultan", aludiendo al relevamiento que hicieron del comercio local.

Después se indicó que "este invierno las facturas de gas que están llegando a nuestros vecinos, con salarios que no aumentan en igual proporción, son reamente impagables y confiscatorias".

Tras plantear que el Presidente, la Gobernadora y el Intendente "deben entender que se nos está haciendo la vida cada vez más difícil y que la plata no alcanza", se reiteró que se seguirá exigiendo por salarios más justos, que se seguirá reclamando ante cada despido y que "vamos a seguir estando en las calles defendiendo nuestros derechos".