En un fatídico suceso que ha estremecido a Japón, la prefectura de Ishikawa se enfrenta a las consecuencias mortales de un terremoto de magnitud 7,6 que sacudió la región el pasado lunes. Según las autoridades locales, el saldo actual asciende a 48 personas fallecidas, marcando una de las peores tragedias sísmicas en la historia del país.

Los informes detallan que la ciudad de Nanao reporta tres víctimas mortales, mientras que en Wajima el número se eleva a ocho. En Hakui, un hombre de unos 70 años perdió la vida como consecuencia directa del sismo. La ciudad de Shika, por su parte, vive una tragedia doble, con el derrumbe de una vivienda que causó la muerte de un anciano de 90 años y su nieta de 20 años.

Desde el lunes, Japón ha experimentado alrededor de 150 temblores, siendo el de magnitud 7,6 el más potente registrado desde 1885. Ishikawa, la prefectura más afectada y cercana al epicentro, se encuentra sumida en el caos. Incendios descontrolados han arrasado con más de 200 hogares, obligando a la evacuación de más de 97,000 personas en nueve prefecturas.

El desastre se manifiesta en el colapso de decenas de viviendas, y persiste el temor de encontrar sobrevivientes bajo los escombros. La nación nipona, conocida por su preparación ante sismos, se moviliza en una respuesta de emergencia mientras enfrenta una de las peores catástrofes naturales de su historia reciente.