La Cámara Nacional de Industrias (CNI) manifestó su profunda preocupación por la situación que atraviesa la industria láctea en Bolivia, a raíz de la regulación de precios de la leche cruda y la ampliación por 15 años del Fondo PROLECHE. Según la institución, estas medidas están generando un serio desequilibrio en toda la cadena productiva del sector.

“Evidentemente, la actual normativa del Fondo PROLECHE ya no responde al equilibrio de costos y precios de la leche que debería existir entre productores, industria y consumidores”, señaló la CNI mediante un pronunciamiento oficial. La entidad advirtió que el sostenido aumento en los costos de insumos, sumado a la modificación de la banda de precios de la leche cruda en septiembre de 2024, que elevó el precio para los productores, no ha sido acompañado por una actualización del precio de venta al público, congelado desde hace más de una década.

Aunque el Gobierno autorizó una leve reducción en la cantidad contenida en la presentación regulada de leche, la CNI afirma que esto no compensa el impacto económico. “El desequilibrio de precios entre productores y empresas obliga a las industrias a absorber las pérdidas, generando una afectación millonaria que pone en riesgo la sostenibilidad del sector, el empleo y el abastecimiento diario de productos lácteos a la población”, sostiene el comunicado.

En ese contexto, la CNI reconoció las legítimas demandas de los productores, quienes han solicitado un nuevo ajuste al alza del precio de la leche cruda. No obstante, remarcó que cualquier modificación de precios debe contemplar también una revisión integral de la normativa vigente, para no trasladar toda la carga económica a las industrias.

Respecto a la ampliación del Fondo PROLECHE, cuya normativa vence el 24 de abril, la CNI planteó que antes de extender su vigencia por otros 15 años es imprescindible socializar su contenido y presentar un balance de los resultados obtenidos durante sus 13 años de funcionamiento.

“Solicitamos una regulación en el marco del Fondo PROLECHE que permita equilibrio entre los ajustes de precios para productores, empresas y consumidor final, así como abrir un diálogo para revisar la normativa vigente y buscar soluciones conjuntas que favorezcan a todos los eslabones de la cadena”, concluyó la CNI.

Finalmente, la Cámara reafirmó su compromiso con el desarrollo del país, destacando que la industria láctea no solo genera empleo e innovación, sino que garantiza alimentos de calidad para los hogares bolivianos. En ese sentido, reiteró que se requieren reglas claras y sostenibles que permitan preservar la viabilidad de toda la cadena productiva láctea en el largo plazo.