Este próximo 1ro. de mayo, nuevamente el mundo conmemorará el Día Internacional del Trabajo, una fecha que nos invita a reflexionar sobre los derechos laborales y las condiciones de trabajo. Para Bolivia en particular, bajo una delicada coyuntura económica, esta celebración adquiere una relevancia especial debido al alto índice de informalidad laboral que afecta a gran parte de nuestra población.

El reciente lunes 28 de abril, el Gobierno Nacional junto a la Central Obrera Boliviana (COB) presentaron la decisión acordada entre ambas partes sobre el incremento salarial correspondiente a la gestión 2025. Se estableció que el “Salario Mínimo Nacional” se incrementará en un 10%, por lo que pasará de Bs 2.500 a Bs 2.750, siendo el aumento más elevado desde 2017. Además, se acordó el incremento del 5% en el haber básico, que contempla a sectores como salud, educación, Policía y Fuerzas Armadas.

Anecdóticamente, unas horas más temprano de este anuncio el sector empresarial a la cabeza del Presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB) junto a algunos de los principales líderes empresariales que representan a sectores productivos del país, se reunieron con el Ministro de Economía y Finanzas Públicas, supuestamente para “dialogar y consensuar” una postura a asumir sobre el incremento salarial para la presente gestión.   

En esencia, un verdadero diálogo sincero es una herramienta poderosa para la toma de decisiones porque promueve la comprensión, la exploración de alternativas, la identificación de puntos en común, la participación, la sostenibilidad de las soluciones y el fortalecimiento de las relaciones. Es por ello, que la Organización del Trabajo (OIT) promueve el principio de “Diálogo Tripartito” (Gobierno, Empleadores y Trabajadores) fundamentado en los pilares de representación legítima de los interesados directos, brindar un marco institucional adecuado, la libertad de asociación y negociación colectiva; constituyéndose en un instrumento clave para la buena gobernanza, la paz social y el desarrollo económico. ¿Se habrá considerado esto para fundar las bases de un supuesto diálogo?

Alguno de los aspectos de deberían haber sido considerados en un Diálogo Tripartito, serían; si bien, el índice de inflación de la pasada gestión 2024 alcanzó un 9,97%; sin embargo, habrá que hacer un análisis más amplió e integral sobre la afectación al sector empresarial formal que ha generado la ausencia de dividas y acceso a combustible, la conflictividad social, entre otros factores que han contribuido a una contracción real de la actividad empresarial en el país. Bajo ese contexto, será menester hacernos la pregunta: ¿Cuál es el mejor regalo para los trabajadores este próximo 1ro. de mayo?

Según el más reciente informe presentado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) – “Panorama Laboral 2023”, Bolivia continúa liderando con la tasa de trabajo informal más alta en América Latina y el Caribe. Al tercer trimestre de 2023, el 80,8% de los trabajadores bolivianos se encuentran en la informalidad, una cifra alarmante comparada con el promedio regional de 48%. La situación es aún más grave entre las mujeres, con un 83% de ellas empleadas en la economía informal, frente al 78% de los hombres, las tasas más altas de la región.

La “informalidad laboral” tiene graves consecuencias para los trabajadores, la economía en general y la sociedad en su conjunto. Para los trabajadores, significa precariedad en las condiciones laborales, inseguridad, bajos ingresos y falta de protección social. Para la economía en general del país, implica menor dinámica económica lo cual genera una menor recaudación tributaria, una competencia desleal para las empresas formales y un obstáculo para el desarrollo económico sostenible. Finalmente, para la sociedad en su conjunto, significa mayor incertidumbre y menor esperanzapara las nuevas generaciones de la fuerza laboral que se incorpora permanentemente al mercado.

El fracaso de la sobrerregulación del sector formal de la economía en Bolivia es inminente, con la imposición de regulaciones excesivas, complejas e innecesarias, se ha contribuido en la debilitación del tejido empresarial formal y ha generado consecuencias negativas para las empresas, los trabajadores, las finanzas públicas y en general para el desarrollo económico y social del país.

El desafío a futuro requiere, más allá del “Diálogo Tripartito”, el compromiso y esfuerzo conjunto de varios actores: Órganos de administración del Estado en sus diferentes niveles (nacional, departamental, municipal), empresarios y emprendedores, trabajadores y actores de la sociedad organizada. Será necesario debatir, consensuar e implementar políticas públicas que fortalezcan la seguridad jurídica para las inversiones nacionales y extranjeras, mejoren las condiciones de la seguridad social de corto y largo plazo, se cree legislación que promueva e impulse elempleo formal y se implemente un nuevo sistema de regulación (laboral, tributario, financiero y sectorial) acorde la realidad y momento que atraviesa nuestro país.

A partir de una conciencia colectiva sobre la delicada coyuntura económica por la que atraviesa el país y más allá de la cuestionada legitimidad y agenda que plantean los representantes de los trabajadores, todos los bolivianos desde el rol que jugamos en la sociedad, debemos aportar para mejorar las condiciones que ofrece nuestro país para las actuales y futuras generaciones que se educan y forman con esperanza de mejores días. 

Bajo ese contexto, y respondiendo a la pregunta ¿Qué festejar este Día Internacional del Trabajo?, estoy convencido que muchos de nosotros llegaremos a la misma respuesta: “Muy poco que festejar”. Sin embargo; con esperanza y firmeza proclamemos este primero de mayo: “…mayor certidumbre sobre la sostenibilidad de los actuales empleos y la urgente implementación de políticas públicas concretas que garanticen la generación de nuevas fuentes de empleo formal y digno suficientes para cubrir el universo de la actual y la nueva fuerza laboral que se incorpora permanentemente al mercado...”.

Feliz día a todos los trabajadores bolivianos que buscan y aportan a una sociedad más próspera, justa e inclusiva.

Ing. Gustavo Jáuregui Gonzáles 

Asesor Empresarial, Ingeniero Comercial de profesión, Magister en Administración y Dirección de Empresas, Experto en Estrategia Gerencial, Negociación, Gerencia de Organizaciones Empresariales y Gestión Pública.